Mezclar en un recipiente el agua templada con la levadura fresca. Agrega la sal fina y las dos cucharadas de aceite. Mézclalo bien para que se integren todos los ingredientes. Antes de que la preparación se enfríe, coloca sobre la mesa la harina en forma de volcán y vierte dentro la mezcla anterior.
Amasar hasta que notes que deja de pegarse en tus manos y puedes manejarla sin problemas. Cuando tengas la masa de pizza casera lista, deberás darle forma de tubo largo, y cortarlo en 2 particiones. Después, haz una bola con cada partición y tápalas con un trapo limpio y seco, deberás dejarlas reposar durante 45 minutos. Verás que, poco a poco, empieza a elevarse hasta duplicar su volumen.
Cada bola es para hacer una pizza normal. Pasado el tiempo, espolvorea un poco de harina sobre la mesa o superficie que prefieras para preparar la pizza, coge una de las bolas y colócala sobre ella. Ahora deberás extenderla con tus manos estirando desde el centro hacia los costados, dándole forma redondeada. Si dispones de rodillo también puedes utilizarlo para que quede más fina la masa.
Una vez estirada, ya puedes añadir el puré de tomate y llevar a horno precalentado a temperatura máxima por 5 minutos.
Sacar del horno, colocar el queso cortado en cubos y volver al horno por 10 minutos, el albaca, las aceitunas y el salame.